Un año de triatleta ( IV )

La bici en este triatlón es fácil. Bueno eso lo digo ahora, porque la primera vez que lo hice, sufrí de lo lindo. Para empezar, hacía años que no me montaba en una bici y si contamos como montar en bici hacer algo más de 2 km, entonces hacía décadas. Por si eso no fuera suficiente, había que añadir que la bici de decathlon (de algo más de 100€) prestada con la que debuté, no es que fuera de lo más ligera.

Recuerdo muy bien la estrategia que seguía forzosamente durante mis primeros triatlones: Nadar, salir del agua más o menos por la mitad, que me adelante todo el mundo en la bici y adelantar a alguno corriendo.

Como os podéis imaginar desde esos primero triatlones hasta ahora mi obsesión ha sido mejorar en este sector y por lo tanto la bici ha centrado mi atención semana tras semana hasta llegar al día de hoy. Esta afirmación tan  sencilla no significa entrenar un poco más la bici, significa sacrificar carreras populares para poder ir en bici, no plantearme el reto de la Trail para centrarme en la Decathlon 167, dejar de hacer alguna media marathon que me apetecía para no interrumpir mis entrenos y así muchas decisiones que he tenido que tomar a lo largo de este último año.

Afortunadamente, como decía, el sector de bici para hoy parecía fácil, 5 km de caminitos de tierra con algo de gravilla y subiendo ligeramente y 5 km de asfalto casi todo de bajada.

En cuanto me pongo a pedalear la imagen es bien distinta a la del año pasado, poco a poco voy adelantando a algún que otro triatleta mientras me adelantan los ciclistas, entre ellos Bistiferra. Tras unos cientos de metros me adelanta Pedro muy ligero y me vuelve a dar ánimos (me doy cuenta que debo haberlo adelantado en la transición). Sigo dando pedales a buen ritmo y Pedro no se me aleja, de hecho creo que poco a poco le voy recortando metros, parece que tiene problemas. Decido adelantarle y le digo que se ponga a rueda para intentar tirar juntos. Después de unos metros me giro y el está a un par de metros, así que parece que no podrá seguirme y decido seguir a mi ritmo a ver que pasa pero en ese mismo instante nos adelanta un grupo grande. Uno de ellos, el que tira del grupo, conoce a Pedro y le dice que se pegue, él lo hace y en cuanto me pasa yo también me pego y aguanto el estirón pedaleando todo lo fuerte que puedo consciente de que es el precio a pagar para poder rodar luego más cómodo.

La maniobra funciona a la perfección, Pedro y yo nos acoplamos al grupo y empezamos a volar adelantando a un sinfín de corredores incapaces de unirse a nuestra rueda. Ya en la bajada me pongo delante e intento tirar durante un rato del grupo (si, si yo tirando de un grupo, jajaja) aprieto todo lo que puedo pero aun así no pasan ni dos minutos cuando me adelanta uno de los fuertes del grupo que quería imprimir más ritmo (hice lo que pude)...

Llegamos a la parte final del recorrido y soy consciente de que he rodado más fuerte de lo normal para mi nivel y que seguramente eso me pasará factura en la carrera. Aun así me alegro mucho de haber podido disputar este sector y adelantar más que ser adelantado.

En el último tramo de gravilla pierdo algo de distancia con el grupo. Dudo sobre como bajarme de la bici, ya que llevo zapatos de MTB y no los puedo dejar en la bici (demasiados velcros que quitar) decido desenganchar las calas y saltar. PIE A TIERRA!!!, me gritan. Pongo los pies en tierra de un salto y empiezo a correr volteando el box para volver a escuchar el pitido de la alfombra...

... ya estamos en la T2.

Continuará...
(Siento el tostón, prometo que ya queda poco)