Hoy ha sonado el despertador a las 5:00. La verdad es que cuando lo puse no tuve en cuenta lo lejos que está Alcudia y al levantarme me ha dado la sensación que el tiempo se me echaba encima. He desayunado corriendo lo mismo de siempre antes de una prueba. Por suerte la bici y los trastos ya los había dejado preparados el día anterior aunque, aun así, siempre tengo la sensación que me dejo algo.
El camino a Alcudia lo he hecho en modo autómata, concentrado 100% y escuchando música (Vetusta Morla). Al llegar veo a Unai y nos vamos a por los dorsales, cogemos la bici y directos a la salida. Los primeros 25 km son neutralizados y yo me esperaba que eso significaría que rodaríamos tranquilos pero lo cierto es que por la bahía de Pollença íbamos a más de 30 km/h con un viento lateral brutal. Total, acabamos de empezar y yo con las pulsaciones a 160! (Pinta mal).
Llego al Coll de Femenia, donde termina el tramo neutralizado, más o menos por la mitad del pelotón y de ahí hasta Escorca me ha adelantado muchísima gente. Decido ir a mi ritmo (que no es gran cosa) y aprovechar las bajadas para mejorar la media. He de decir que el tiempo de corte de 8 horas está pensado para ir a una media de 21km/h así que durante toda la carrera ese era mi principal rival, LA MEEEEDIA!!
Unai me hace las veces de gregario y tira de mi en los puertos animándome y apoyándome. Poco a poco vamos superando puertos y mi ritmo se mantiene constante, lento, pero constante. Cuando pasamos Monnaber y el Puig Major iniciamos la bajada; mi objetivo era situar la media por encima de los 22km/h para tener algo de margen para el tramo de Sóller a Valldemossa que se que va a ser el más duro. Un guardia civil nos neutraliza en la bajada y nos dice que debemos ir en pelotón y nos hace bajar a 18km/h!!! Ya os podeis imaginar la gracia que me hacía. Al final poco a poco le hemos tocado los huevos todos hasta que nos ha dejado por imposibles y hemos podido volver a bajar normal.
Llegamos a Sóller y de ahí a Deià, sin novedad, los puertos siguen pasando y aunque mi ritmo no es una pasada, voy algo más rápido que en los entrenos y las piernas aguantan. De Deià a Valldemossa viene la parte que más me asusta, la Pedrissa. La afronto con optimismo pero poco a poco me va dejando tocado, es que me cuesta mucho subir y ese puerto es especialmente duro con mis piernas.
Al llegar a Valldemossa estoy un poco tocado anímicamente, la Pedrissa ha sido dura y aun me quedan 90 km por delante. Me repito una y otra vez que lo más duro ya ha pasado (y me lo creía). En el avituallamiento está Kiko y nos hace sentir como en casa, tanto que el tiempo nos da igual y nos permitimos el lujo de hacernos una foto con Sean Kelly, ir al baño y comer con tranquilidad (bajados de la bici!!). La verdad es que era justo lo que necesitaba, gracias Kiko!!
Al bajar de Valldemossa Unai quiere tirar de mi y marcar "nuevos ritmos" al principio intento ponerme a rueda pero las piernas ya no van tan frescas y cada repecho me frena, así que le pido que tire para adelante. Después de insistir un rato me ha hecho caso. Menudo curro te has pegado hoy conmigo Unai, INCREIBLE!!
Así que a partir de Palmanyola empieza una nueva carrera, me adelanta un grupo grande del que tira Kelly (en plan turismo) y me engancho, pero el ritmo es muy fuerte para mi y decido soltarme.
En ese momento veo a Joan Carles (Pintores) en la rotonda con su coche haciendo fotos y le saludo sin pararme, al poco rato me pasa con el coche y me dice que me acompañará hasta la meta así que hoy como los pros, tenía un coche a mi disposición por si tenía algún percance. Además, de paso, iba haciendo fotos y animándome cada cierto tiempo.
La ruta desde Santa Maria hasta Pollensa ha sido un verdadero infierno, las piernas no estaban para grandes hazañas y en cuanto había algún repecho mi ritmo bajaba. La media la llevaba en 20 km/h y poco a poco la he ido subiendo hasta que en Campanet he alcanzado a mi principal contrincante: los 21 km/h. No os podéis imaginar lo que me ha alegrado ver ese numerito en mi Garmin. A partir de ahí me he motivado mucho más y ya empezaba a notar las piernas algo más sueltas en los llanos, así que en cuanto la carretera llaneaba, GASS!!
A 10km para la meta he alcanzado a Marga, la novia de Toni Payeras, y hemos ido juntos hasta la meta. Ya llevaba muchos kilómetros de soledad y viento, y necesitaba a alguien con quien compartir esos duros momentos interminables en los que ves que ya llegas pero el tiempe cada vez pasa más despacio.
No soy una persona que se emocione con facilidad, aun así cuando he cruzado la meta me he dado cuenta de que tenía los ojos llorosos y me he sorprendido a mi mismo con alguna lagrimilla.
No sé en que pensaba cuando me apunté a esta aventura, pero ahora tengo muy claro que tomé una buena decisión.
Gracias a todos los que habéis compartido conmigo entrenos, conversaciones, dudas y muy especialmente a los que hoy me han hecho la vida más fácil, Unai y Joan Carles. Tengo mucha suerte de poder contar con tanto apoyo.
Para los curiosos: http://connect.garmin.com/activity/82552735
PD: Dios que subidón ver ese track en mi garmin. No os podéis imaginar cuantas veces he visto ese recorrido hasta hoy (es mi fondo de pantalla del ordenador desde hace un mes)