sábado, 27 de noviembre de 2010

Admirar al anónimo

Uno de los efectos colaterales que estoy sufriendo este ultimo año, debido a mi creciente afición al deporte, es la cantidad de gente interesante que estoy conociendo.

Estoy seguro que aveces se me nota, porque escucho con atención lo que me cuentan y les acribillo a preguntas para poder entender su historia.

No me quiero hacer el interesante, ni darles más relevancia de la que se merecen y quieren. Admirar a gente corriente es más gratificante que adorar a "grandes personajes". Al fin y al cabo con estos puedes hablar - incluso tuteándoles - aprendiendo algo de cualquiera que quiera compartir contigo un entrenamiento, una cena, una conversación.

No quisiera poner nombres, porque los héroes anónimos merecen seguir siéndolo, pero os aseguro que son muchos y están entre nosotros. Gente que vence enfermedades, gente capaz de hazañas inimaginables para los "normales", gente capaz de darlo todo por una causa, gente que pese a sus limitaciones no tienen límites.

A todos ellos les admiro!

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el comentario sobre los "anónimos"; será, como decía Epicteto, por que todos somos almas que sostenemos cadáveres. Todo se puede ver medio lleno o medio vacío y tú, en este caso, están viendo la bondad de la condición humana, que es mucha y casi infinita. ¡ Enhorabuena por tus comentarios y por tus logros deportivos ya que, como dejas intuir en tus razonamientos, son mucho más que logros deportivos!

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado el comentario sobre los "anónimos"; será, como decía Epicteto, por que todos somos almas que sostenemos cadáveres. Todo se puede ver medio lleno o medio vacío y tú, en este caso, están viendo la bondad de la condición humana, que es mucha y casi infinita. ¡ Enhorabuena por tus comentarios y por tus logros deportivos ya que, como dejas intuir en tus razonamientos, son mucho más que logros deportivos!

    ResponderEliminar