Pero bueno, ya se sabe que hay que hacer caso a los padres, y ante la insistencia del mio, me vi obligado (y mi novia conmigo) a volver de peregrinación a Jerez en este 2008. (pobrecitos nosotros ;-) )
El viaje lo realizamos como de costumbre, organizado por la agencia ViaMaris. Salimos el viernes desde Mallorca con destino Denia. La ruta hacia Jerez la hicimos un grupito de 10~12 motos a buen ritmo (relativamente dentro de los límites legales).
Curiosamente, nuestro destino no fue Jerez, ni chiclana (donde estaba el hotel) sino que fuimos a San Lucar, donde Rafa nos invito a una cena haciendo las veces de camarero junto a su hijo.
Después del festín nos fuimos al hotel (*****) en chiclana.
Al día siguiente tocaban entrenamientos cronometrados, después del desayuno nos montamos en nuestras motos y nos fuimos al circuito. Sorprende cada vez más el buen trabajo de la organización en los accesos, parkings, etc. Llegamos al circuito sin hacer cola tanto el día de los entrenamientos como el de la carrera.
Las gradas (M6 y T8) me decepcionaron un poco, porque no se veía mucha zona del circuito ni se veían bien las pantallas.Sigo considerando como la mejor zona de Jerez la zona de Peluqui y Nieto.
Despues de los entrenamientos, a comer en Puerto de Santa María. Esta vez invitados por Via Maris y de marisco.
Después del marisco nos dimos una vuelta por Puerto de Santa María y pudimos ver el espectáculo de las motos. (Llamado en Tele5: Las locuras de los moteros :-( )
Al día siguiente fuimos a las carreras y disfrutamos de buen tiempo y carreras (que más se puede pedir). No comentaré las carreras porque las dieron por la tele y cualquiera las puede conseguir. Solo decir que lo de la caida de bautista en 250 fue una putada y que la carrera de motoGP deja claro que este año algo a cambiado.
El día siguiente (Lunes) ruta de vuelta esta vez por sevilla, córdoba, manzanares (donde también comimos de miedo en un parador nacional) y valencia.
La verdad es que cada vez que voy a Jerez me sorprende. Este año mi mayor sorpresa fue la tranquilidad con la que conducía la gente, gracias en parte al excelente trabajo de las fuerzas de seguridad y las campañas de concienzación.
No me queda más remedio que admitir que tendré que volver a Jerez para dejarme sorprender de nuevo con el encanto de la ruta por el sur de españa, el poder del entorno motero que se crea en torno a las carreras y de paso pillar algún kilito de más.
Las fotos completas las podeis ver en la galería.
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